Este 15 de Marzo el pueblo salvadoreño habló, y habló con claridad! La gran mayoría de salvadoreños no estamos satisfechos con el estado de cosas ni con la forma de gobernar, pero es necesario aclarar que algunos estaban por cambiar y otros estábamos por reformar, tremenda diferencia, que ojala con el paso del tiempo se llegue a comprender con sabiduría.
No vale la pena llorar sobre leche derramada, y no nos queda mas que felicitar a Mauricio Funes por su victoria electoral y desearle suerte, por el bien de El Salvador. También es necesario recordarle a Mauricio que casi el 49% de los salvadoreños no votamos por el FMLN, y que para sacar adelante a nuestro país, es necesario gobernar para todos, y no solo para los que votaron por el cambio.
El mundo entero se enfrenta a la peor crisis económica desde La Gran Depresión, situación que todavía no nos ha golpeado con toda su fuerza. Esto demanda gobernar con mucha sensatez y patriotismo, de lo cual considero que Mauricio Funes tiene toda la capacidad de hacer. Sin embargo, su gobierno tendrá que enfrentar presiones internas que lo empujarán a optar por la locura "bolivariana" de Hugo Chavez, pero también contará con el apoyo de quienes prefieren la opción brasileña de Ignacio "Lula" da Silva. Las únicas instancias en que la izquierda ha tenido éxito en gestiones de gobierno, es cuando se toma la opción de la moderación, como fue el caso de Felipe Gonzalez en España y Ricardo Lagos en Chile, ojala que esto se tome muy en cuenta!
Yo apoye y vote por Rodrigo Ávila, porque se que es una persona decente, valiente, y patriótica, lo demuestra su hoja de vida. Sin embargo, así como me asusta lo que está detrás del FMLN, rechazo ciertas cosas que están detrás de ARENA. Esta lección que nos ha dado el pueblo salvadoreño a los areneros, nos debe obligar a una profunda y sincera reflexión, y la verdad, es que nos obliga a una recomposición de la derecha. Rodrigo, como presidente del partido y sin la presión de una campaña electoral, tiene sobre sus hombros la responsabilidad de iniciar esta tarea.
ARENA no puede seguir secuestrada por aquellos que han hecho de la política un negocio y la han instrumentalizado para enriquecerse a costa del país y el pueblo salvadoreño. Esta elección era la última oportunidad de corregir, sin embargo se optó por un discurso que no ofendiera a aquellos intereses que ayudaron a financiar la campaña, y el pueblo no solo no lo creyó, sino que además pasó la factura. Ya es hora, si queremos salvar a ARENA, de quitarse los guantes y decidir si queremos una verdadera derecha que esté al lado del ciudadano común, quien es el que verdaderamente elige, o la falsa derecha que utiliza los deseos de libertad de un pueblo para alcanzar sus mezquinos objetivos.
El Sábado pasado, escuche en misa con mucha atención el evangelio, que nos relataba cuando Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo, y en mis adentros me preguntaba y dibujaba paralelos con ARENA, pues la ira que tuvo Jesucristo con aquellos que mancillaron la casa de Dios, es la misma que sentimos los que iniciamos la lucha nacionalista en 1979 al ver que nuestro partido ha caído en manos de los mercaderes de la miseria y el miedo. Sigo creyendo en Rodrigo Ávila, espero que esté a la altura de estos momentos tan decisivos para el futuro del país y nuestros hijos.