martes, 20 de noviembre de 2007

¿Quien es el fascista?

Hace varios años, el 1 de Mayo del 2002 para ser exactos, escribí un articulo en el Diario de Hoy titulado "Paralelos Peligrosos". Después de escuchar las diatrivas de Hugo Chavez en la reciente cumbre de presidentes hispanoamericanos en Santiago de Chile, acusando al Presidente Aznar de España de ser un fascista, me provocó resucitar y actualizar este articulo que todavía guarda mucha vigencia.


Paralelos Peligrosos
Miércoles 1 de Mayo de 2002
El Diario de Hoy


"Si bien es cierto que a Hugo Chavez Frias le falta muchísimo para alcanzar las dimensiones de Adolfo Hitler, es interesante y aleccionador analizar sus trayectorias políticas y la metodología que emplea.

Lo dos inician sus carreras políticas como golpistas: Hitler en el Putsch de Munich en 1923, y Chavez Frias con su intentona de 1992; ambos cumplen condenas en prisión por sus hechos. La situación de la Alemania de Weimar y la Venezuela de hoy es provocada por el fracaso de la clase política y su falta de credibilidad, alentando a las poblaciones a exigir orden, respeto, y un liderazgo fuerte.

Tanto Adolfo Hitler como Hugo Chavez Frias llegan a ser electos democráticamente, después de cumplir sus condenas en prisión, con mandatos populares para implementar sus promesas de campaña. Inmediatamente después de tomar el poder, ambos procede a crear constituciones hechas a la medida para consolidar un poder autoritario, procesos que también pasan por contaminar los poderes judiciales y legislativos, atropellando y eliminando las garantías y seguros que cualquier democracia debe tener.

Como parte del proceso de consolidación, sueltan hordas a la calle para atacar a sus adversarios: los Camisas Café del Partido Nacional Socialista en la Noche de Los Cristales, durante la cual se destruyeron los establecimientos comerciales de los judíos, y los Círculos Bolivarianos, que saquean los establecimientos comerciales de la "burguesía".

Cabe destacar que ambos, Adolfo Hitler y Hugo Chavez Frias, sufren delirios de grandeza, uno creyéndose la reencarnación de Federico El Grande para crear el Tercer Reino, y el otro la de Simón Bolívar para crear la República Bolivariana. En ambos esfuerzos proceden a hacer alianzas con las fuerzas del mal: Hitler con Josef Stalin, para repartirse Europa, y Chavez Frias con la guerrilla colombiana, Fidel Castro, Sadam Hussein, y Muammar Khadafi, para desestabilizar al mundo desarrollado a través del terrorismo.

Se puede seguir dibujando paralelos, especialmente entre los apasiguadores, compañeros de viaje, tontos útiles y cómplices de ocasión, pero esto no es el principal objetivo de este artículo. Lo fundamental que se busca lograr es realizar las experiencias que nos dejan estos dos procesos, pues si bien es cierto que tienen dimensiones y tiempos diferentes, los objetivos y resultados pueden ser los mismos.

La primera lección que se puede obtener es el hecho de que ser democráticamente electo no garantiza que se gobierne democráticamente, como también nos lo demuestran los casos de Salvador Allende en el Chile de los setenta, y Alberto Fujimori en el Perú de los noventa. Es importantísimo comprender que todos estos procesos se dan ante el fracaso y falta de credibilidad de la clase política, que, acompañada de una débil institucionalidad, generan una mezcla verdaderamente explosiva.

Otra lección es la importancia de que las constituciones sean verdaderas cartas magnas de principios y derechos, y no meras muestras de la voluntad coyuntural de pueblos frustrados, engañados, y sometidos a verdaderas campañas demagógicas. La democracia no puede basarse únicamente en la "voluntad popular", debe incluir garantías a las libertades y derechos individuales de los ciudadanos.

Es también importante aprender que para tener la paz es necesario estar dispuesto a hacer la guerra. Esta lección nos la deja la Conferencia de Munich de 1936, en la cual el Primer Ministro inglés Neville Chamberlain buscaba la paz a cualquier precio, al pretender apaciguar las ambiciones de Adolfo Hitler, y terminó condenando a la humanidad a la guerra mas destructiva que jamás haya sufrido. Aquellos que se dan golpes de pecho defendiendo la democracia a cualquier costo deben comprender que, si no están dispuestos a luchar por ella, pueden estar condenándola a desaparecer.

Si se hubiese detenido a Adolfo Hitler en 1936, cuanta sangre, miseria, destrucción, y crueldad se pudiese haber evitado. Ojalá que a nuestra generación no le toque decir lo mismo del caso de Hugo Chavez Frias, que sin llegar a fomentar los odios raciales como lo hizo Hitler, está fomentando los odios y las luchas de clases que se pueden llegar a convertir en el cáncer de futuras generaciones. Meditemos si lo que se está defendiendo es la democracia, o una noción vacía e hipócrita del autoritarismo."


Mas de cinco años después, se encuentran mas paralelos peligrosos que vale la pena mencionar y analizar. El primero es posibilidad de que también se desate un holocausto bélico, cuando se escucha a Hugo Chavez hablar de crear varios "Viet Nam" en América y su construcción de bases militares en Bolivia, su carrera armamentista, y sus alianzas estratégicas con los "enemigos del imperialismo" como Irán. El segundo es la carta racial que se esconde en su discurso condenatorio del colonialismo español y la victimización de los indigenas. Estos dos elementos nos pueden llevar a pensar que así como Adolfo Hitler se convirtió en el peor enemigo y mayor verdugo del pueblo alemán, Hugo Chavez Frias se puede llegar a convertir en el peor enemigo y mayor verdugo del pueblo venezolano.